Para contextualizar un poco, en Efesios 1:1, vemos a quien va dirigida esta carta. El apóstol Pablo está escribe a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso; es decir, a la Iglesia de Cristo, a su Cuerpo. Esto que les menciono es importante conocerlo, ya que nos ubica en el mapa espiritual, y como lo menciona Pablo, nos atañe a nosotros como iglesia redimida por el Señor Jesucristo.
Dicho esto, el Espíritu Santo a través de Pablo entra en materia mediante este mandato, mencionado en los versos 22 al 24 que resumido es, despojaos del viejo hombre y vestíos del nuevo, creado según Dios en justicia y santidad de la verdad. Dios ha venido haciendo hincapié en la Santidad práctica mi querido hermano y si Dios lo está recalcando constantemente, es porque es necesario para poder verle como iglesia y recibir instrucción para su obra.
No sé si usted lo ha notado, pero Dios ha venido sobre nosotros con este fluir mencionado en Hechos 2:43-47, para sacarnos de la vanidad y empezar a amar a mi hermano en Cristo. Hemos venido haciendo ejercicios y practicando el amor de hecho. Esto que estamos haciendo como iglesia, va muy de la mano con el tema de la Santidad práctica, porque sin santidad nadie verá a Dios; no seremos sensibles a su instrucción y por ende no vamos a impactar a nadie bajo la vanidad de nuestra mente, porque allí no hay luz, es en el Espíritu Santo de Dios, a quien no debemos contristar con nuestra pasada manera de vivir, por ello, una vez más el Señor nos dice: practica mi Santidad.
Por último, Dios nos hace un llamado a la misericordia y tiene un orden interesante como lo da el Espíritu de Dios, primero vestidos de Santidad y luego la misericordia, porque, ¿cómo veo a mi hermano con misericordia, cuando no he aprendido a observar al Maestro de misericordia mediante la santidad? El Señor Jesucristo nos ha estado llamando a orar por nuestros hermanos en Israel, por su pueblo escogido; para esto, debemos dejar a un lado la indolencia e indiferencia, porque somos un solo cuerpo en Cristo y como tal nos duele lo que le pase a uno de los miembros del cuerpo por la unidad en el Espíritu. Recordemos la conexión que el Señor ha enfatizado.
Amada iglesia, vistámonos de Santidad y misericordia, y hagamos la voluntad del Padre que es buena agradable y perfecta.
Devocionales Refúgiate en Su Palabra, Casa de Refugio (MO)
#mimetaescompartir
Leave a Reply