Vivir Sin Temor
Josué 1: 11NTV: “Vayan por el campamento y díganle al pueblo que preparen sus provisiones. En tres días, cruzarán el río Jordán y tomarán posesión de la tierra que el Señor su Dios les da.”
 
Josué fue el sucesor de Moisés después de su muerte, fue el que dirigió al pueblo de Israel para entrar en la tierra prometida. La realidad de la vida del cristiano es muchas veces la falta de comprensión en el actuar de Dios; tenemos muchos ciclos de prueba o duras circunstancias en las que esperamos que Dios obre un milagro y cuando esto no sucede, nuestras expectativas se convierten en confusión, decepción o incluso enojo y es cuando llegamos a expresar ¿dónde está Dios?
 
El mandato de Dios siempre incluye fe, y así lo fue para Josué, creer en la palabra y en las promesas que Dios le había regalado a Israel. De igual forma aplica para nosotros, porque no siempre los mandatos de Dios podemos entenderlos de inmediato, pero sabemos que son para obedecerlos primeramente y en el actuar vamos a comprenderlos. A veces, cuando la voz y la instrucción de Dios parece poco clara, no es porque su mensaje sea confuso para nosotros, es porque nos falta comunión, nos falta conocimiento de su carácter y de su obrar en la tierra, esa falta de cercanía con él y su palabra nos impiden entender el propósito de Dios para poder obedecerle.
 
La economía es algo vital para el ser humano, obtener y manejar nuestros recursos para tener bienestar, bendecir a otros e incluso para cumplir nuestro llamado en el reino de Dios. No es casualidad que en la Biblia encontremos tantas referencias sobre economía y finanzas. El orden financiero se traduce en bendición, siempre he pensado que si fuéramos más ordenados tendríamos mejores condiciones de vida.
 
Necesitamos reflexionar sobre nuestra fe y meditar en las palabras de nuestro Padre una y otra vez, para poder entender el reino de Dios. Cada uno de nosotros es un gran obrero del evangelio en esta época, la desobediencia de una persona puede convertirse en un gran obstáculo para la obra del evangelio de Dios, para que otros lleguen al conocimiento de Cristo y por la obediencia de una persona, la obra del evangelio puede extenderse rápida y poderosamente.
 
¡Iglesia! Sumerjámonos cada día en la presencia de Dios para que cambie nuestro corazón y pueda operar la obediencia que necesitamos interiormente. Dejémoslo obrar a su manera, mientras vivimos en comunión con Él; Jesús fue el mejor ejemplo de oír y obedecer, porque todo lo que hizo y dijo fue siguiendo la voz del Padre.
 
Señor espero tu pronto regreso, el regreso de Cristo, y mientras eso llega, sigo viviendo en Obediencia, Santidad e Integridad para Ti mi Señor, Amén.
 
Devocionales Refúgiate en su Palabra, Casa de Refugio (JRR)

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